Home » ¿Qué hacemos? » Formación » Módulo 2 – Aceites para Motor Turismos
Introducción
El aceite es necesario para separar las piezas de su motor y que no se produzcan averías.
Por tanto el aceite motor es vital para el buen funcionamiento diario de su automóvil. Llegado el momento del cambio de aceite, la elección entre los diferentes tipos de aceite puede parecer complicada.
¿ Cómo escoger? ¿ Cuáles son los criterios que hay que tomar en consideración?
Elegir el aceite adecuado para su vehículo, es tan fácil como seguir las recomendaciones del constructor indicadas en el libro de mantenimiento del vehículo. El constructor nos indicará tanto el grado SAE como la calidad (especificaciones y homologaciones) a tener en cuenta. Otro factor importante que nos indicará es el intervalo de cambio del aceite en kilómetros; este intervalo dependerá del uso que hagamos del vehículo.
Si no dispone del libro de mantenimiento es muy aconsejable contactar con un profesional.
Un mala o inadecuada lubricación puede tener como consecuencias unas averías importantes de su motor, hasta llegar a un gripado.
Las 2 principales limitaciones fisicoquímicas sufridas por el lubricante son el cizallamiento y la temperatura.
Un motor de última generación puede alcanzar temperaturas muy elevadas en los segmentos del pistón (del orden de 400°C). La circulación del aceite permite evacuar las calorías y enfriarlo.
El aceite también asegura la limpieza del motor, el cerrar la cámara de combustión, para aprovechar la potencia de esta, y lo protege de la corrosión.
Un aceite apropiado disminuye los rozamientos y proporciona ahorros de consumo de carburante y, como consecuencia de ellos, disminuye las emisiones de gases como el CO2…
Reducir las fricciones para evitar el calentamiento y el desgaste

Formar una película de aceite en las paredes (cilindro, pistón & segmentos) para asegurar la estanqueidad de la cámara de combustión. Máximo aprovechamiento de la energía de la combustión.

Ayudar a eliminar y evacuar el calor generado en la combustión.

Combatir la corrosión. Acción del oxígeno del aire + humedad + calor. Contaminantes: ácido, azufre

Prevenir la acumulación de los depósitos. Residuos de la oxidación, contaminantes, polvo… limpieza de las superficies metálicas, sin
depósitos…